Home staging significa “puesta en escena del hogar”. Consiste en aplicar técnicas de decoración con el objetivo de resaltar los puntos fuertes de una vivienda y disimular sus debilidades. Es el arte de crear ilusiones y estados de ánimo.

Va más allá de la decoración y la limpieza. Hará que una casa se vea más grande, más brillante, y más cálida y, lo mejor de todo, hará que los compradores quieran comprarla.

¡Te dejamos algunos tips para que puedas hacerlo vos mismo!:

Colocá espejos en lugares clave. Dan mayor luminosidad a las habitaciones a la vez que las hacen parecer más grandes.

Despersonalizá tu casa. Guardá todos tus objetos personales y reemplazá las fotos familiares por simpáticos cuadros. Tenés que dar la oportunidad a los potenciales compradores de imaginarse viviendo allí.

Deshacete de lo innecesario. Deshacete de esas cosas que sobran. Es bastante común que los potenciales compradores quieran ver los armarios por dentro y todo metido a presión dará la idea de que en tu casa no hay suficiente espacio de almacenamiento.

En el baño guardá todo y cambia objetos útiles por otros igual de útiles pero decorativos. Las toallas blancas, enrolladas y puestas en una canasta de mimbre dan sensación de spa relajante.

En la cocina guardá todo y deja a la vista canastas con frutas. Tanto el baño como la cocina son ambientes decisivos para un potencial comprador e inciden en el precio de venta.

Hacé espacio. Un ambiente en el que se dificulta la circulación resta puntos. En cambio, un ambiente con mucho espacio, aunque se vea un poco vacío, invita al comprador a imaginar qué pondría allí. Reemplazá muebles grandes por otros más pequeños o trasládalos a los rincones de manera que el ambiente se vea espacioso.

En el dormitorio se descansa así que los muebles que se encuentren allí sólo deben hacer referencia a ello. Quitá cualquier elemento que tenga que ver con el trabajo. Si podés pintarlo, hacelo en colores neutros.